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Impresiones

Te quiero
en la distancia.
Sin querer.
En silencio.
Con la boca amordazada.

Te quiero,
pero me dueles.
Y el dolor del alma
adormece el corazón.

Te quiero en tu otro yo.
En tu otro mundo.
Latiendo en otro corazón.

Te quiero, amor,
pero tu amor me duele.
Y cuando duele el cuerpo,
se hace fuerte la razón.

17/11/2014 ------

Te amo por dentro.
También por fuera —pero, por fuera,
sólo porque te transpira el alma
para empapar tu piel.

24/05/2014 ------

Las palmas de mis manos
son vírgenes de besos.

No las besaron tus labios,
ni tocaron otros labios.
Son yermas de bocas,
abocadas al silencio
de las sensaciones.

Escribí hoy con premura el pensamiento inquieto
porque presiento —tal vez lamento—,
que pronto te las voy a regalar
y no serán más unas palmas calladas,
ni inocentes.

Hablarán de tu piel
pegada a mi destino.
Serán mi manos
entregadas a tu voluntad.

24/05/2014 ---Para Owais

Se matan de olvido las emociones.
Y no reviven, si no se cuentan, las impresiones.

Tal vez reencarnen cariños nuevos,
amanezcan dulces pasiones
sobre la almohada mojada de silencios.

Dime qué sientes.
—O calla.

No me descubras los horizontes que no se entienden.
—O miente.
—O siente y habla.

23/05/2014 ------

Luna va soltando pelo y más pelo cuando se contonea, como si fuera nieve. Pero la nieve de Luna está tibia, y no se derrite.

En verano, Luna se convierte en algodón de nieve, pintando de blanco el camino a su paso.

Sus ojos azules cortan la respiración, y su mirada provoca acariciarla, llenando de pelusas el aire y de cariño el corazón.

¡La nieve de Luna es suave, pero no se deshace! Tendré que cortarle el pelo, para que nive más pequeño y no esparza copos blancos por toda la habitación.

08/05/2014 En el coche---

Volver...
Volver sin haber llovido.
Sin las nubes dando vueltas.
Con la mirada limpia.
Sin el corazón dormido.
Volver con las caricias de la hierba sobre la piel,
sin alergias ni antihistamínicos.

Sin miedo, aun sin tener sentido.

Volver a verte.
Vivir sin haber vivido.
Volver mañana, cuando el cielo sea limpio.
Cuando tus ojos no me hablen del riesgo de soñar
sin entender el significado del temor y del cariño.

Hoy escribo para ti,
sin saber por qué las promesas
se convierten en papel mojado.
Tal vez por la lluvia;
tal vez por la inocencia;
tal vez en un descuido del alma
que acostumbra a cuidar y cela los peligros.

Volver...
Volver cuando el cielo esté crecido
y los campos desiertos de olvido.

El corazón es el único pedazo de carne que se vuelve más duro cuanto más se cocina.

22/04/2014 ------

Trece de abril.

Desde el tren, Andalucía es verde y blanca, de montaña y plana; sus laderas son de terciopelo en primavera, alternadas de olivos y flores amarillas, de piedras escarpadas, cortadas por el cielo azul.

Dieciséis de abril.

En el camino que va de Tetuán a Meknes, pasando por Chaouen, a uno de los lados de la carretera siempre hay un río, a ambos montañas y olivos, arbustos de flores amarillas, tráfico denso y camiones, burros en los arcenes y cabras serpenteando, mujeres de velo y hombres sentados con la piel curtida por el sol. El norte de Marruecos es verde y tupido.

16/04/2014 ---Lugares, Viajes

Ya no deseo compartir sentimientos contigo.

Cariño, es tarde para el cariño.
Tocaré sola.
No se pueden compartir seis cuerdas.

La vida es demasiado corta,
mi corazón demasiado pequeño
para abarcar tu corazón.

Contaré estrellas.
El semblante es tierno cuando veo amanecer.
Escribiré tormentos...

No te veo sonreír en las ilustraciones
que dibujan mis pinceles en los cuentos.
No hay mañana, sólo hoy.

Contigo, cariño, es tarde para el cariño.
En el cielo se construyen nubes de viento,
en el corazón tres gotas de lluvia de color púrpura.

No hay mañana, sólo hoy,
y hoy no te veo sonreír en las ilustraciones
que dibujan mis pinceles en los cuentos.

Gracias por enseñarme la música que abrasa mi garganta.
El fuego se apaga, pero la vida sigue.
Camina y canta.

03/03/2014 En casa---

El cielo del mes de enero es limpio y vacío, como el año nuevo, pues nadie aún ha escrito sobre él su historia y sus propósitos, ni los cumplidos, ni los perdidos. Pero el cielo de hoy no tiene líneas como las tiene la palma de la mano, pues nadie sabe qué va a ser de su vida aunque mire y escudriñe el horizonte por encima de árboles y edificios. El cielo de enero es blanco, como una página preparada para pintar garabatos o escribir leyendas, cubierto de nubes y a la vez en blanco, como los cielos de frío y nieve del invierno, estrenando copos y alguna llovizna despistada.

Recuerdo un paseo de verano por el río con mi amiga Inés, y casi me parece sentir el calor de aquella tarde larga de julio, y la media tarde de hoy se hace como el anochecer de las horas de casi noche de esa época del año, y de repente me sorprende la melancolía de saber que ella no está, aunque está un poquito en cada una de sus sonoras risas, pues dicen que cuando alguien pasa por el mundo deja una marca y la materia no vuelve a ser igual, así que ella debe andar por aquí, haciendo eco de su voz, que una vez sonó a este lado del río.

Las horas duran poco en invierno, o pasan más rápido, y el cielo blanco se torna enseguida enrojecido, quizás por el miedo a ser descubierto vacío y sin sentido, quizás por la premura de inventarse pronto una vida, no se vaya a echar la noche encima y la Luna lo encuentre desnudo.

No sobra luz para las fotografías, me quedo con mi cielo dormido en la mirada, mecido en un pestañeo inevitable. Camino y sigo.

06/01/2014 En el RíoLugares, Cielos